PEDRO PABLO OLIVA: UNA BENDICION DE LOS APOSTOLES…

PEDRO PABLO OLIVA: UNA BENDICION DE LOS APOSTOLES...

No es pescador pero le llamaron Pedro. No ha reinado en las gentiles naciones aunque le pusieron por segundo nombre Pablo. No militó en el cuerpo de voluntarios aunque su apellido sea Oliva. Pedro Pablo Oliva es uno de los más importantes pintores de Cuba de la segunda mitad del siglo XX y expone hasta este 31 de diciembre en la galería Latin Art Core, 1600 SW Calle 8, Miami.

La pintura de Pedro Pablo Oliva es de una belleza excepcional. Este pinareño tiene todo el instrumental artístico y humano que se necesita para triunfar en el universo de las artes plásticas. No es un pintor del pueblo ni un artista autodidacta, procede de una formación rigurosa, salido de las academias y del estudio constante, que lo convierten en juez y parte. Pedro Pablo Oliva puede encabezar al mismo tiempo la lista de los mejores pintores cubanos de todos los tiempos y la escueta relación de los mejores críticos de arte que ha aportado la isla. No siente envidia el crítico del pintor ni el pintor del crítico. Viven en perfecta armonía. Es un hombre honesto que aunque usa sus armas, las del arte, como instrumento de defensa, lo hace con una humildad excepcional y contundente. No necesita asumir desde la creación ningún acto especulativo, sería redundancia. Pedro Pablo es genialidad por las cuatro esquinas, es tan tridimensional como sus esculturas, también presentes esta vez en la muestra de la que se puede disfrutar en Miami.
Se autodefine neoexpresionista y surrealista y se enfrenta hoy a duras contiendas artísticas, humanas y personales.
En lo artístico Pedro Pablo ha perdido alcance en la isla después del cierre de sus espacios permanentes en Pinar del Río, donde fue expulsado de la Asamblea Provincial del Poder Popular de la que fue delegado, por haber concedido una entrevista a medios extranjeros radicados en Miami y cuestionar el tratamiento a ciertos opositores dentro de la isla.

En lo humano sigue pesando sobre su conciencia creativa el apellido Oliva, heredado de su abuelo paterno, un integrante del cuerpo de voluntarios como parte de la Guerra de Independencia, para ser más exactos; el voluntario que se adjudicó la muerte de José Martí aquel fatídico 19 de mayo de 1895 en Dos Ríos, mancha familiar que ha sido lavada desde su obra, en la que es común ver a Martí asomado desde todos los contextos.

En lo personal, la mano de trabajar del artista, es hoy la que más sufre el proceso evolutivo de su Mal de Parkinson, aunque según cuenta a la hora de conversar con los lienzos y hasta con el bronce, con el que suele trazar sus esculturas, su mano aún le es obediente.
Aunque parezca contradictorio para muchos, uno de los cuadros más grandes de los colgados en la céntrica galería de Miami alude al gobernante Fidel Castro, se titula “ Abuelo buscándole la quinta pata al gato” , que precisamente pertenece a la serie “El abuelo”. Como artista, Pedro Pablo se propone comunicar algo, aunque el espectador pueda percibir otro significado. En este caso, se desea representar a Fidel analizándose a sí mismo, como si estuviera buscando la quinta pata al gato, en lo que una de las inscripciones del lienzo destaca en letras escritas en forma de círculo la expresión: EL FLAUTISTA, que de por sí remite a una gama muy amplia de sonidos, casi todos polémicos, complejos, interminables…

Pedro Pablo Oliva es un banquete para los ojos que tu sensibilidad no debe perderse.

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