REGUETON Y CUBA VISTOS DESDE UN CARACOL…
REGUETON Y CUBA VISTOS DESDE UN CARACOL…
Aferrado a su indumentaria el chacal se viste con piel de ángel. Su ropa es ajustada y blanca atendiendo a los requerimientos de la religión Afrocubana. Llega junto a Yakarta. Integran uno de los dúos más populares de Cuba. Mueven multitudes desde reproductores de los autos, la música de los dispositivos portátiles y la difusión alternativa.
Nunca han sido beneficiados en los medios de difusión masiva donde el reguetón apesta y las directrices lo limitan. Tampoco llenan muchas plazas porque los programadores tienen miedo de las espontaneidades del género.
La popularidad del reguetón en Cuba delata toda la mediocridad del sistema educativo, que a pesar de haberse esforzado, no ha conseguido la conformación de una orientación del gusto que perfile las disímiles estéticas del entretenimiento.
El reguetón es música, dicen los entrevistados, en clara defensa de sus creaciones, que gozan de una popularidad inobjetable en el panorama musical cubano.
Además de sus escandalosas presentaciones cargadas de dinamismo y energía en plena apoteosis de lo chabacano, el Chacal ha trascendido por aludir las inclinaciones alcohólicas del Héroe Nacional y Apóstol de Cuba: José Martí. El escándalo, luego desmentido por algunas fuentes y asegurado por otras, coincidió con una de las etapas de finales del pasado año, en que con más fuerza se debatió el tema de la presencia del reguetón en la música popular cubana.
Al mediodía de hoy ocurrió un encuentro casual con los populares artistas en los Estudios de Radio Caracol 1260 AM, donde en tono de tertulia se hablaba de Cuba en el programa liderado por Marián de la Fuente.
La presencia de los músicos fue como un nuevo aire para el debate dedicado a las transformaciones generacionales de Cuba, y la lucha por la subsistencia en la Cuba de hoy y la de hace más de medio siglo, que es parecida pero no la misma. Fue un aire temeroso. Inteligentemente deseaban una entrevista que no abordara temas de política. No entienden por qué a los músicos se les pregunta acerca de política cuando los políticos nunca hablan de música. Se tornan ingenuos deseando ser sagaces. Es imposible salir de Cuba representando zonas de su cultura y negarse al diálogo integrador. Desean que se entienda que hablar de política les afecta. Con mala cara relucen sus miedos.
Nadie les insistió en temas medulares. No hubo intención alguna de hacerlos quedar mal. No se mencionaron medidas o reformas específicas. Tampoco se les preguntó si se habían beneficiado con la visa por 5 años o si el intercambio era sólo cultural. Por supuesto que a nadie le pasó por la mente introducir temas relacionados con el reformismo de izquierda, la economía social del mercado o la capitulación de las políticas, porque estos versos no caben en ningún reguetón.
Hoy en Caracol se habló de la vida, de la insularidad, del sentirse cubano. Se evocó cierto reformismo ilustrado, se hicieron bromas. Sobre el tema recayeron muchas más miradas y oídos en esta temporada de lenta transición que da signos de apertura en torno a las libertades individuales.
Si para algo sirvió tomarnos un largo café juntos, ante los micrófonos de Radio Caracol como testigos y Marián de la Fuente como anfitriona, fue para saber que Cuba es un libro en colores y no blanco y negro, que tiene muchas asignaturas pendientes.
Al abordar el coche en las afueras de la estación un mensaje de texto me advierte una injusticia involuntaria. No dedicamos ni un instante a las víctimas de los 49 derrumbes, 8 de ellos totales, que ocurrieron este fin de semana en La Habana, la misma Habana de la que llegan los reguetoneros, apodados como mamíferos y nombres de capitales.
Debe ser que el ciclo continua, para que sirva de ejemplo a quienes especulan del izquierdismo como enfermedad mental del comunismo, desconociendo que hay que poner la palabra en primer plano porque la elocuencia sólo puede ser hija de la verdad.