DON MARIO: EL TERROR DE EVO…

DON MARIO: EL TERROR DE EVO...

DON MARIO: EL TERROR DE EVO…
Fue mi amigo el poeta Michael Hernández Miranda quien me dejó leer LA TIA JULIA Y EL ESCRIBIDOR de Mario Vargas Llosa. La novela fue para mí una de esas maravillas inolvidables. No es para nada la mejor obra del Premio Nobel de Literatura 2010, pero para quien se desempeñaba por entonces en los quehaceres de la radio era como descubrir que todo lo trabajado por pura intuición era justamente lo que se hacía desde antaño en las viejas cadenas radiales.

La tía Julia y el escribidor cuenta la historia de amor imposible entre Varguitas y la tía boliviana, Julia; a la vez, relata un montón de dramas, de personajes y situaciones que se cruzan hasta confundirse, nacidos todos de la prolífica imaginación de Pedro Camacho, el escribidor.

En esta novela autobiográfica, Mario Vargas Llosa hace, además, un recuento de la radiofonía peruana de mediados de los años cincuenta, de los artesanales radioteatros.

Entre cafés limeños, escapadas al cine y las oficinas de radio La Panamericana, un joven Vargas Llosa, redactor de boletines con aspiraciones de novelista, enamora a Julia, una mujer mucho mayor que él, y traba algo parecido a la amistad con Pedro Camacho, el hombre que vive exclusivamente para escribir, actuar y dirigir sus guiones. Alrededor de estos personajes flota la familia, las tías de Varguitas, la flaca Nancy, los Genaros, dueños de la radiodifusora, Javier, mejor amigo del protagonista y amante de la sangre en los noticieros, entre otros, quienes son participes de esta historia bifurcada.

Por una parte, el ascenso de los enamorados; por la otra, el ocaso del autor de los dramones que hipnotizan a toda Lima. Aunque la literatura siempre es una ficción, un mundo que se queda en la dimensión de relato, ésta puede brotar de la realidad. Situación que como aprendiz de escritor sabía Varguitas, con sus innumerables cuentos que nunca le satisfacían, que terminaban en el bote de basura, los cuales nacían de una anécdota, de una plática sobre hechos verdaderos. Inspiración que tampoco desconocía Pedro Camacho, quien no trasladó sus viejas historias de La Paz, sino que descubrió otras nuevas en Lima, empezando por reconocer en un mapa la ciudad y siguiendo con inventarse cuentos de la maltrecha pensión en que vivía.

El artista debe vivir de su arte. Crearlo, pensarlo todo el tiempo. Cada situación, cada orden, debe estar planificada, es impensable dejar cualquier detalle al azar. Pero la tia Julia venía desde La Paz, y Pedro Camacho arremetía frecuentemente contra las naciones vecinas, en una suerte de conflictos que avivaban la polémica de los tres radio teatros diarios.
Quizás esta sea la génesis de la conflictividad de Evo Morales con Mario Vargas Llosa, aunque cueste trabajo creer que el mandatario se lea las novelas del Premio Nobel. La duda me acecha por varios motivos. Primero porque es escaso el tiempo de los presidentes en sus agitadas agendas, y segundo, porque el desarrollo de la expresión oral del líder indígena delata muchas de sus carencias. Pero no faltarán los asesores que susurren al oído de Morales varias advertencias. Bastaría con revisar los horrores que de Vargas Llosa se dicen desde La Habana, para colocarlo en la lista de los indeseables. Aunque según Evo los indígenas no son vengativos, llama la atención que antes de la anunciada visita del escritor a Bolivia, se coloque el parcho antes de que brote el descosido y se diga que la visita no persigue otro objetivo que el de conspirar contra el gobierno.

La anunciada visita tendrá lugar entre el 22 y el 28 de enero venideros en Santa Cruz, y el objetivo principal es visitar las misiones jesuíticas del oriente boliviano. El escritor peruano ha sido invitado por la Fundación Nueva Democracia a la región de Chiquitos, donde se conservan no solamente las iglesias construidas por los jesuitas entre 1691 y 1760, sino que los indígenas han mantenido el arte del tallado en madera, la construcción de instrumentos musicales de cuerda -especialmente violines– de los que son virtuosos intérpretes, además de haber conservado partituras de música barroca.
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La llegada de Vargas Llosa, el 22, coincide con el aniversario de la asunción al poder del presidente Morales y la fecha en que va a dar un informe a los bolivianos sobre la gestión de 2013.
El presidente Morales aspira a lograr un tercer mandato en los comicios con un mayoritario porcentaje de voto ciudadano en las urnas, lo cual lo ubica en el camino de quienes en la región gustan de perpetuarse en el poder. Quizás sea esta la antesala del primer dictador indígena de la historia.

Y es que Vargas Llosa ha anunciado que pronunciará una conferencia titulada: “ La libertad como base del progreso”, y esta si que no será una ficción sacada de sus novelas o de las fabulaciones de Pedro Camacho, quien de vez en vez, hablaba mal de las manías políticas de ciertos personajes de su época.
A fin de cuentas “La Tia Julia y el Escribidor “ fue escrita en 1977 cuando Evo Morales era apenas un adolescente, condición de la que aún hace gala. Todavía es mucho de lo que adolece el líder indígena. Entre esas cosas que ni siquiera imagina esta una que supera las realidades. Hay novelas que se vuelven virales. Hay ficciones que se hacen realidades..

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