Masacre en Gaza: Divas, Divos, cumpleañeros y truhanes…

Masacre en Gaza: Divas,  Divos, cumpleañeros y truhanes…

 

Ámsterdam presenta un libro sobre hamburguesas hechas con muslo de dinosaurio. Sangran los niños en Gaza. Praga abre las puertas de un museo de inodoros con más de 300 piezas incluidos variados estilos de papel higiénico. En el Cairo se acuerdan las bases de la posible extensión de la tregua. Daddy Yankee considera que la música clásica es un veneno para la sociedad porque era la preferida de Adolfo Hitler. Cuatro semanas de guerra dejan para Palestina 1867 muertos. Kim Kardashian se autoconsidera genial por anunciar un libro de selfies de 352 páginas con diversos ángulos de su engrandecido culo. De los 1867 muertos de Palestina 427 eran niños inocentes. Juan Gabriel amenaza con una nueva gira, tras preparar una autoentrevista en la que interpreta dos personajes, la de entrevistador y entrevistado, una amena charla entre Alberto Aguilera y Juan Gabriel, dos veces él mismo. Más de medio millón de Palestinos están hoy desplazados. Sofía Vergara descongela sus óvulos de antaño para juntarlos con los espermatozoides de Joe Manganiello, se espera logren un bebe de tal atractivo físico y encanto que no tendría comparación en el universo. Hamás lanzó unos 3356 cohetes de los cuales 578 fueron interceptados por Israel. Michael Jackson es demandado por reiterados actos de abuso sexual 20 años después de que ocurrieran los supuestos hechos y 5 años después de la muerte de la estrella. Israel perdió como parte de esta sangría de última temporada 64 militares y 3 cíviles. Una importante universidad de Michigan asegura que chismosear entre las mujeres es una fuente terapeútica inmejorable frente al estrés y la ansiedad. Benjamín Netanyaju cree que se trata de “misión cumplida” aunque al parecer se rompen nuevamente las hostilidades. Madonna genera una fuerte polémica desde su cuenta de instagram en la que aparece junto a dos bailarines que en sus torsos desnudos llevan pintadas la estrella de David uno y el otro la medialuna, los símbolos judíos y musulmanes, respectivamente. 

 

Nadie puede negarle a Israel el derecho de defensa contra una organización terrorista que amenaza su existencia, pero sí cabe preguntarse si una carnicería semejante contra una población civil, y la voladura de escuelas, hospitales, mezquitas, locales donde la ONU acogía refugiados, es tolerable dentro de límites civilizados.

 

Un joven rebelde de 88 años, llamado Fidel Castro, acusa al imperialismo norteamericano por la matanza: “El genocidio de los nazis contra los judíos cosechó el odio de todos los pueblos de la tierra. ¿Por qué cree el gobierno de ese país que el mundo será insensible a este macabro genocidio que hoy se está cometiendo contra el pueblo palestino? ¿Acaso se espera que ignore cuánto hay de complicidad por parte del imperio norteamericano en esta desvergonzada masacre?”.

 

 Para Eduardo Galeano, una de las voces de la izquierda de América latina: “Son hijos de la impotencia los cohetes caseros que los militantes de Hamas, acorralados en Gaza, disparan con chambona puntería sobre las tierras que habían sido palestinas y que la ocupación israelí usurpó. Y la desesperación, a la orilla de la locura suicida, es la madre de las bravatas que niegan el derecho a la existencia de Israel, gritos sin ninguna eficacia, mientras la muy eficaz guerra de exterminio está negando, desde hace años, el derecho a la existencia de Palestina. Ya poca Palestina queda. Paso a paso, Israel la está borrando del mapa”.. 

 

Para el novelista español Javier Marías: “Me temo que a nadie le interese resolver el conflicto entre Israel y Palestina, pero lo que me parece inadmisible es la desproporción de las fuerzas enfrentadas”, declaró Marías en una entrevista con ANSA.

 

Y agregó: “si alguien me amenazase por la calle no reaccionaría atacando porque de esta manera yo sería un agresor pero eso es exactamente lo que está haciendo Israel. No estoy de acuerdo con Hamas pero es obvio que Israel cuenta con el apoyo de Estados Unidos, que es la principal potencia mundial pero que no se atreve a criticarlo”.

 

Hollywood, industria en la que trabajan numerosos y reconocidos judíos, contempla el último estallido del conflicto palestino-israelí silenciosamente, y no por falta de opiniones sino por una prudencia profesional que recomienda no posicionarse públicamente ante un tema tan sensible.

 

Esa postura de aparente neutralidad es la norma cuando se recrudecen los enfrentamientos en Oriente Medio y es adoptada por unos y por otros, salvo en contadas excepciones que confirman que en casos como éste lo más socorrido es callarse. 

 

Javier Bardem, ganador en 2008 de un Óscar por “Sin lugar para los débiles”, señaló en un comunicado enviado a los medios estadounidenses que “su firma era un llamado a la paz”.

 

“A pesar de que fui crítico con la respuesta del ejército israelí, tengo un gran respeto por el pueblo de Israel y una profunda compasión por sus pérdidas”, afirmó el actor.

 

“Ahora algunos me tachan de antisemita, como a mi esposa, que es lo contrario de lo que somos como seres humanos”, apuntó Bardem. “Detestamos el antisemitismo tanto como detestamos las horribles y dolorosas consecuencias de una guerra”.

 

Horas antes, Penélope Cruz también salió al paso de las críticas recibidas por el “Comunicado de la Cultura contra el Genocidio Palestino” que firmó, al igual que el director Pedro Almodóvar.

 

“No quiero que se me malinterprete en un asunto tan importante. Yo no soy una experta en esta situación y soy consciente de la complejidad de la misma”, señaló la actriz, también ganadora de un Óscar en 2009 por “Vicky Cristina Barcelona”.

 

Una noticia de última hora precisa que El lanzamiento de cohetes contra Israel pone en serio riesgo el alto el fuego en Oriente Próximo. A tan solo dos horas del final de la tregua de tres días, el Ejército iaraelí confirma el ataque con misiles desde la franja de Gaza.

 

Lo más terrible de esta guerra es que no resuelve sino agrava el conflicto palestino-israelí y es sólo una secuencia más en una cadena interminable de actos terroristas y enfrentamientos armados que, a la corta o a la larga, pueden extenderse a todo el Oriente Próximo y provocar un verdadero cataclismo. Lo peor está por suceder. Dios nos coja confesados.