LA VIRGEN CUBANA EN NIPE Y BARAJAGUA…

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A propósito de la Efemérides de hoy, 402 aniversario de la aparición de la Virgen de la Caridad del Cobre flotando en las aguas de la Bahía de Nipe, reproduzco esta aproximación escrita por mí hace algunos meses, acerca del libro cuya portada puedes ver a modo de ilustración, y que cuenta como la Virgen de Nipe y de Barajagua llegó a los altares del Cobre en Santiago de Cuba. Un texto oportuno para este 8 de Septiembre, en el que se celebra además internacionalmente el Día del Periodista, en homenaje al Checo Julius Fucik.

 

UNA CRONICA URGENTE PARA LA VIRGEN DE NIPE Y DE BARAJAGUA…
Aparece La Mezquita como una puerta para la historia, los testimonios, las narraciones de los que están y la evocación de los que partieron, la salvaguarda de los enunciados orales que de boca en boca, antes de llegar al papel, asumen transformaciones necesarias, imprescindibles.

Aparece La Mezquita con portada señorial y mil ejemplares que serán escasos inmediatamente porque de LA VIRGEN CUBANA EN NIPE Y BARAJAGUA se trata y sobran los comentarios. Ángela C. Peña Obregón, Roberto Valcárcel Rojas y Miguel Ángel Urbina Eran son los máximos responsables de este maravilloso empeño que se lee de golpe y que tiene ante sí innumerables méritos.

Ángela Peña es una reconocida historiadora obsesionada con los estudios regionales y la trascendencia de estos en el contexto de la conformación de nuestra nacionalidad. A ella debemos los estudios más acuciosos publicados acerca de la holguineridad en las últimas dos décadas.

Roberto Valcárcel Rojas es uno de los más sobresalientes arqueólogos del país, a pesar de su juventud, lidera líneas temáticas de complejidad definitorias para el entendimiento de la evolución del centro oriente de Cuba.

Miguel Ángel Urbina Herrán es un ingeniero civil, responsable en buena medida de la reconstrucción topográfica de esta investigación en la que los mapas nos reubican ante el paso del tiempo.

Así, la conjugación de una historiadora, un arqueólogo y un topógrafo conforman el trinomio cuadrado perfecto que ilustra el tránsito terrestre, partiendo de Nipe y Barajagua, de nuestra Virgen hasta su llegada al poblado de El Cobre.

Hay que decir que LA VIRGEN CUBANA EN NIPE Y BARAJAGUA de los ya mencionados autores, tiene como referentes inmediatos otros dos títulos publicados y agotados por los lectores cubanos: La virgen de la caridad del Cobre: símbolo de cubanía (2001) de Olga Portuondo Zúñiga y La virgen de la Caridad del Cobre: Historia y etnografía (2008), este último partiendo de unos manuscritos de Fernando Ortiz. También hay que decir, que a pesar de la profundidad de los trabajos anteriores, el tema tiene ante sí múltiples enfoques posibles, incluso para futuras investigaciones, por cuanto el imaginario colectivo sigue dotando de nuevas experiencias el fenómeno de la Virgen de la Caridad en el contexto de la conformación de la identidad nacional.

Y es el punto de vista de la investigación su clave de éxito revelada desde el título impreso bellamente en la portada. Esta es la historia de una virgen terrenal contada en seis capítulos perfectamente identificados y divididos y que comienzan con la secuencia del hallazgo y la veneración, pasando por Barajagua como sitio arqueológico, deteniéndose en la Bahía de Nipe como sitio de tránsito y llegando a la hoja de ruta entre Barajagua y el Cobre deslindando entre memoria e historia sin faltar a la cientificidad.

LA VIRGEN CUBANA EN NIPE Y BARAJAGUA de Ángela C. Peña Obregón, Roberto Valcárcel Rojas y Miguel Ángel Urbina Eran es un texto en el que la reconstrucción de la espiritualidad del alma cubana aparece en su estado más puro. De hecho, la feliz reconstrucción del imaginario colectivo, previsto in situ, me obliga compararle con la realizada años atrás por el historiador cubano Rolando Rodríguez en ¨A Caballo y con el sol en la frente¨, quien desde las vivencias del terreno y con un depurado análisis topográfico devenido de testimonios orales y partes militares se vio urgido de reedificar la escena de la caída en combate del apóstol José Martí. Acaso será que Martí y la Virgen presiden el templo cubano de lo sagrado.

Es una fiesta la aparición de La Mezquita en medio del gran concierto de las editoriales cubanas. Bien recuerdo la eterna bronca de los historiadores alegando no tener suficiente espacio en la más literaria de las editoriales provinciales de Cuba (elogio ganado por derecho propio). Bien recuerdo el rostro del arqueólogo revolucionario Guarch del Monte pujando hasta los últimos días de su vida por el proyecto de la Ruta Cubana de la Virgen de la Caridad del Cobre. Bien recuerdo las páginas de María Julia Guerra desde el órgano oficial de la provincia evocando las estampas de la Virgen Mambisa. Bien recuerdo a mí abuela inmensa exclamar: -¿Ya hablaste con ella, y qué te dijo?! Yo sé cuando me habla!, obviamente refiriéndose a la virgen que Bebe, Roberto y Miguel han logrado aterrizar en una copla y 164 páginas. Enhorabuena.

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