COMO SER CELIA Y NO MORIR EN EL INTENTO?
Él siempre hablaba de su madrina, así le decía. Le contaba frecuentemente a su esposa que le parecía una reina desde los escenarios. Nunca he visto a nadie cantar cómo ella, enfatizaba. Por entonces su esposa cantaba también salsa. Con los dividendos emanados de los buenos tiempos de la música, ella invirtió con una amiga en un lugar de fiestas, un gran club para orquestas en vivo. Todos coincidieron en que la madrina debía ser la estrella invitada para la noche de apertura. Nadie se equivocó. Fue un éxito rotundo. La estrella de la primera noche estuvo más de tres horas en escena haciendo bailar hasta el delirio a los asistentes. El ahijado es un tal Marc Antony. Su esposa de entonces Jennifer López. La madrina era Celia Cruz.
Pasados los años los papeles se invierten y es Jennifer López, por derecho propio, la estrella seleccionada para el homenaje de los American Music Awards
(AMA) a la reina de la salsa. El sólo hecho de ocupar Celia, un espacio como parte del recuerdo perpetuo después de su partida, debe ser para todos los latinos un honor. Viene a ser la reconfimación de una estrella absolutamente mundial cómo es Celia Cruz, una nominada eterna en la lista de los irrepetibles. Absurdamente silenciada por políticas que no caben ni en la azucarera, ni en sus rolos, ni en el filo de su chancletas o el brillo de sus batones cubanos; Celia Cruz es asignatura pendiente en la mente de muchos compatriotas tristemente desinformados.
Pasados los años y llegado el momento de éste homenaje es Jennifer López la latina mejor posesionada en el mundo de la música escala planetaria, por lo que no tiene competencia alguna a la hora de ser seleccionada para este momento de lujo, para este instante de gloria, para este reconocimiento tan justo. Pero Jennifer López no es Celia Cruz ni los tiempos que corren son los mismos.
Jennifer López, uno de los cuerpos más sensuales y voluptuosos, una de las mujeres más codiciadas del mundo de los espectáculos, pudo brillar mucho más anoche si la concepción de éste segmento de espectáculo no hubiese apostado básicamente por mimetizar el estilo de Celia. Es que Celia es irrepetible y Jennifer abandonó la salsa desde hace décadas por tres razones primarias: 1. La salsa no está de moda. 2. No quería ser vista cómo apéndice de su ex-marido y padre de sus hijos Marc Anthony. 3. (no por último menos importante) porque nunca fue capaz de cantarla bien. La esencia de Jlo es popera y lo demostró con sus nuevas producciones.
Hoy he visto muchas defensas apoyadas básicamente en los cambios de vestuario. Jennifer es cantante no modista. Su tránsito del vestido de Batman al de tonos tropicales fue realmente desenvuelto. Pero una línea no es una crítica. A veces la palabra homenaje se confunde con el intentar reproducir exactamente el legado anterior. Homenaje en el mundo moderno es más bien interpretar la huella que ha dejado el referente en el panorama artístico. Jennifer hubiese estado más cómoda versionando a Celia que intentando reproducirla, de eso se trata. Cuesta trabajo creer que en una ceremonia de tanto nivel, que es sinónimo mundial de creatividad, quede reducida a lo caricaturesco y no a la inventiva sobre otros presupuestos artísticos.
Aunque Jennifer no es Celia, porque Celia es irrepetible y Jennifer No, la presencia de Jlo en su obra es maravillosa por llamar la atención de un clásico ante las nuevas generaciones, especialmente ahora que lo latino adquiere otra notoriedad en el panorama de los Estados Unidos y por ende del mundo, que es víctima de sus influencias.
Nadie está hoy tan posesionada del mercado como Jennifer para cumplir este rol, quizás uno de los más difíciles de su carrera. Nadie está facultado para defenderla por sus 44 años, la perfección de sus nalgas o el excelente casting para cada uno de sus matrimonios. Un artista debe ser más que los accesorios y las indumentarias que traiga encima. Un artista debe ser cada día un nuevo reto, como el asumido por esta estrella mundial a quien los que amamos a Celia agradeceremos por siempre este esfuerzo.
Cada cual hace homenajes a su manera. No creo que sea tan importante la forma de si es una mala imitación o si llevó tal o mas cual vestuario. Lo importante es recordar a Celia de cualquier manera. Nadie dice que JLO es la sucesora de Celia y tampoco creo que ella lo ha tratado de ser.