EL CLASICO DERRUMBE AZULGRANA…
Sube el telón y baja el telón y se hacen realidad los pronósticos de las casas de apuestas del mundo, las que coincidían en que el Real Madrid de Carlos Ancelotti era el favorito. 48 horas después se esfuma el beneficio de la duda. Se enfrian las pasiones. El cronista puede escribir sin que le manden insultos. Los memes se aplacan. Los números hablan por si solos después del jubileo merengue de este sábado último en el Santiago Bernabéu.
Solo las matemáticas defienden al Barcelona ante el Real Madrid. Los números indican que el equipo de Luis Enrique tiene un punto más que el conjunto de Ancelotti. Los estadísticas también dicen algo que los diarios apenas destacan. El Sevilla esta abrazado al primer lugar aunque sea apenas por un punto de diferencia. La aparición del Sevilla y el Valencia y la secuencia de fútbol de manigua de los muchachos de Simeone desde el Atlético dan a la mejor liga del mundo, que sigue siendo la española, un balance que se extrañaba hace años y que le da color a un certamen que antes era solo patrimonio de Madrileños y Barceloneses..
Pero el descalabro del Barcelona no ha sido una casualidad rutinaria. El Barca sale sangrando del Bernabeu. Sangra por la misma herida que ya le dejo abierta dias antes el PSG (Paris San Germain) en la Champions League. Llegan al campo beneficiados por el descanso y relucen pletóricos de cansancio. Pierden el fútbol a los 20 minutos de comenzar y sólo disponen de un Neymar peligroso y generador de encerronas arrabaleras, aprendidas en las fabelas de Brasil. Para colmo de males pierden el tino en el medio campo y muestran un agotamiento parapetado en el chico waka waka, el Shakiboyz que con su extraño ballet concede penal y estropea la estética de quienes jugaban de otra manera antes de la paliza del sábado. Duele. Porque perder nivel agigantadamente reduce las zonas de confort. Pero los signos de agotamiento y la pérdida de una magia que les era exclusiva se ve por todos lados. Todo se veía venir desde los días de Tito Vilanova que fueron luego más grises bajo las órdenes de Tata Martino, ese saco de patatas que pasó por el banco con trajes de director y mente de estibador portuario. Todo se ve reflejado desde la incapacidad de Luis Enrique quien ni siquiera logra ser respetado por la nómina, quienes en su mayoria cuestionan sus decisiones hasta el punto de no acatarlas. Es un verdadero desastre el Barca de hoy. Da pena. Ensancha la verguenza ajena.
Todo esto sin analizar el precio de otras yerbas. Porque un puntico por encima no es matemática de fiar. Son hoy un colectivo sin plan consolidado y con varios cuestionamientos que asumir, procesos que entender, fábulas que descontruir. Qué se dice hoy de Bravo el portero imbatible? De la efectividad de Messi? De las maneras de Pique? De la desconcentración de Iniesta? De las fátigas de Xavi Hernández? Del alargado y forzado descanso del Caníbal Suarez? Y Rakitic el Croata quien fundaria el nuevo estilo, alguien sabe por dónde anda?…Hay más preguntas que respuestas. Pero lo que si no falta es la verdadera definición, la absoluta calamidad. La egolatría del dictador. El culto a la personalidad del autista vomitón les esta hacienda mucho daño. Profundiza la herida. Destruye la cimiente. Hasta cuándo el sometimiento? La verdad que debe escribirse en mayúsculas es que CUANDO MESSI NO SE DIVIERTE EL BARCA SE DEPRIME.
El Madrid llegaba con un día menos de descanso, pero a la hora de la verdad al que se le hizo largo el partido fue al Barça. El Madrid fue más y su segunda parte fue de exhibición.
Lo más llamativo de esta victoria del Madrid es que esta vez no ganó el partido Cristiano Ronaldo, lo ganó el equipo.. Cristiano, sin estar mal, no estuvo entre los mejores. Esta vez el papel estelar correspondió a Benzema e Isco, James y Marcelo y Carvajal, dueños de una inspiración e intensidad sobrecogedoras. Benzema ha anotado gol en los últimos cuatro clásicos en los que ha participado. Isco ordena y manda desde su posición. Marcelo y Carvajal sublimes desde sus laterales supuestamente secúndarios y James entiende cada vez más el estilo blanco siendo decisivo en sus contribuciones. Nadie habla de Toni Cross el centrocampista que ha desmoralizado al Barcelona aumentando la posibilidad de dominio del Balón que antes era frente al Barcelona de un 32 por ciento y que ahora es de 42 gracias a su sistema y su velocidad. Y Pepe, qué decir de Pepe, situado en el centro del campo para neutralizar la inventiva azulgrana. El mismísimo Pepe que logró su primer gol contra el Barca en 21 clásicos que ha disputado provocando alegrías, maldades y lesiones. Oraciones aparte para el Capitán, uno de los mejores porteros del mundo, por muchos años el mejor. San Iker Casillas tuvo dos intervenciones enormes, una que evitó el 0-2 y otra el 2-2. El Bernabéu volvió a aclamarle y los que antes chiflaron se metieron los chiflidos en ese orificio bondadoso que respire por detrás y debajo de nuestras cinturas.
En fin, que hay mucho tramo por recorrer. Pero un clásico es un clásico, y el Barcelona debería aprender de memoria la vieja canción de Graciano Gómez: “Porque hay heridas que cierran en falso y si alguien las toca se vuelven a abrir”…